Probablemente conozcas los conceptos básicos: limpieza y algunas claves a la hora de mantener tu cabello bajo control, pero ¿sabías que lo que encontrarás en tu despensa, o en el armario de la cocina, así como otros elementos básicos de belleza, podrían ayudarte a mejorar aún más esos mechones de pelo?. Te proponemos a continuación una serie de trucos de peluquería que destacan por ser muy sencillos, pero sobre todo son tan únicos como inigualables. ¿Te animas a descubrirlos?.
1. Conoce tu tipo de cabello
Antes de poder peinarte bellamente es necesario saber con qué tipo de pelo estás trabajando. Conocer tu tipo y textura de cabello te ayudará a la hora de eliminar aquellos productos para el cabello que, en realidad, no te están haciendo bien, y te permitirá tomar las mejores decisiones para la salud de tu cabello a la hora de peinarlo.
Y posiblemente sea algo en lo que nunca antes habías pensado: ¿sabías que es más adecuado en que, antes de buscar un producto o un secador para el pelo, es más importante conocer su textura?.
En realidad es el folículo, el que alberga la raíz, el que determina nuestro tipo de cabello. Gracias a la genética, los folículos varían en tamaño, forma y grosor. Así, cualquiera que sea el tamaño, el grosor y la forma, acabará por determinar tanto la forma como el tipo de cabello que tenemos.
Los tres tipos principales de cabello son: grueso, mediano y fino. Algunas mujeres pueden llegar a tener una combinación de los tres tipos, incluso en diferentes partes de la cabeza.
Para averiguar qué tipo de cabello tienes solo bastará hacerte una cola con la ayuda de un elástico de tamaño normal. Si puedes envolver el elástico una única vez significará que tu cabello es grueso. Si lo puedes envolver dos o tres veces, entonces será mediano. Y si necesitas envolverlo muchas más veces, entonces será fino.
Además del tipo de cabello, como probablemente sepas, también existen distintas texturas de cabello: liso, ondulado y rizado. Puedes determinar su textura, de forma fácil y sencilla, simplemente mirándote en el espejo cuando tu cabello se encuentre en su estado natural.
Una vez hayas determinado el tipo y la textura que tiene tu cabello, entonces podrás elegir productos etiquetados específicamente para tu tipo de cabello.
2. Toalla de papel seca
Quizá tiendas a secarte el pelo con una toalla reseca y con texturas. Incluso es posible que puedas notar su textura áspera, probablemente porque se trate de una toalla con algunos años de uso, especialmente si tiendes a usarla muy a menudo (porque por ejemplo es tu preferida).
Si es así, posiblemente acabes por tener un pelo algo encrespado, ya que su textura se convertirá en un elemento sumamente agresivo para tu pelo, y necesites más bien una textura algo más suave.
Una opción es utilizar una toalla de papel duradera, que te sorprenderá no solo por su textura, muchísimo más suave, sino que además también será mucho más absorbente.
3. Descubre cómo rizar tu cabello más fácilmente
Escoge un rizador que sea cerámico, ya que es capaz de calentar el cabello de adentro hacia afuera. Eso sí, debes asegurarte de que dispone de diferentes posiciones de calor, y además, de que éstas son regulables. De esta forma podrás encontrar la temperatura adecuada para tu tipo de cabello.
Por otro lado, si te gusta empezar con el pelo aún mojado, algunos expertos recomiendan aplicar una mousse capilar que ayude a limpiar, mojar el cabello y secarlo con las manos, lo que te ayudará a la hora de tener una textura adicional.
Además, es fundamental comenzar con el cabello cerca de la nuca, tomando secciones de cabello no muy grandes, y envolverlas con cuidado con el rizador.
4. Prepara tu cabello antes de alisarlo
Si tienes el cabello naturalmente rizado u ondulado es probable que te sientas atrapada en una rutina de tirabuzones. Y normalmente también puedas estar cansada de alisar tu cabello y sentir que lo estropeas con cada paso de la plancha del pelo.
Si es así, con la preparación adecuada, y un uso responsable, la plancha puede convertirse en una arma secreta para disfrutar de un cabello hermoso y brillante.
Debes escoger planchas con placas de cerámica, ya que producen un calor iónico suave e infrarrojo que evitará a que tu pelo sufra. Además, antes de aportar calor intenso con la plancha, es mejor prepararlo con productos que ayudarán en el proceso de alisado. Y, además, protegerán tu cabello del daño térmico.
Puedes lavarte el pelo con la ayuda de un champú y un acondicionador alisador, y luego rociarte el cabello con un protector térmico.