Si tienes el cabello rizado por naturaleza, es probable que sepas que, en ocasiones, es necesario el uso de una amplísima variedad de productos para el cabello, así como herramientas de calor (como por ejemplo podría ser el caso de la plancha de pelo) con la que pasar del pelo rizado al cabello liso. Si bien es cierto que no necesitas una plancha especial para el cabello rizado natural, la realidad es que conseguir auténticos mechones de pelo alisados no es tan simple como secar rápidamente los mechones después de la ducha, o pasar la plancha sobre el cabello. ¿De qué manera, entonces, es posible alisar el cabello rizado fácilmente y sin demasiadas complicaciones? Y, sobre todo, ¿cómo sabes si lo estás haciendo de manera correcta?.
El pelo rizado es, por lo general, un tipo de cabello tremendamente bonito y atractivo, pero difícil de tratar y de peinar. Suele tener la tendencia de secarse con mayor facilidad, y necesita -por tanto- una serie de cuidados específicos que deben seguirse cada cierto tiempo, manteniendo una rutina fundamental para conseguirlo.
Precisamente, al contrario de lo que sucede con el cabello liso, el cabello rizado es un tipo de pelo que no se encuentra en contacto directo con el cuero cabelludo. Esto significa que posee poco contacto con las glándulas sebáceas, que son las encargadas de producir cebo, el cual, en su justa medida, aporta interesantes cualidades hidratantes y suavizantes.
Por todo ello, la cutícula es más sensible a las agresiones externas, y se muestra mucho menos lisa. De ahí que sea imprescindible que el cabello se trate de forma adecuada, y con la mayor suavidad.
Consejos útiles para alisar el cabello rizado fácilmente: la mejor rutina
Por hermosos que sean tus mechones rizados, es normal que desees alisarlo cada cierto tiempo, especialmente en algunas ocasiones especiales. Contar con una guía especial y paso a paso es fundamental para conseguir unos excelentes resultados.
Lava tu cabello
En primer lugar, es fundamental lavar tu cabello. Dado que el pelo rizado tiene una tendencia -evidentemente- a ser muy rizado, debes utilizar un sistema de champú y acondicionador que ayude a combatir el incómodo y molesto frizz.
Para ello, utiliza agua tibia con la que podrás enjuagar cada pelo. ¿Por qué es fundamental utilizar agua tibia? Principalmente porque el agua caliente tiende a resecar aún más el pelo, al despojarlo de sus aceites naturales, aumentando el frizz.
Después de lavarte el pelo con el champú utiliza una pequeña cantidad de acondicionador, pero únicamente en las puntas del cabello. Finalmente, luego de la ducha, sécate el pelo con una toalla suave (a ser posible de microfibra).
Aplícate un protector
Luego, una vez te has secado bien el cabello, es necesario preparar el cabello aún húmedo. Para ello, aplícate un aerosol de protector de calor. Debemos recordar que el calor puede ser sumamente dañino, independientemente del tipo de cabello que se tenga. De ahí que sea de vital importancia utilizar un protector de calor de antemano.
Su uso es muy sencillo: simplemente tienes que rociarlo sobre el cabello en secciones, y cepillártelo, con el fin de asegurarte de que se distribuya de forma uniforme.
Sécalo en seco
Ahora que el cabello está preparado, y protegido, es el momento ideal para secarlo. Coge el secador y tu cepillo redondo y ponte manos a la obra.
Para hacer las cosas aún más fáciles, puedes acortar el cabello con la ayuda de unas pinzas, y concentrarse así en secar solo una pequeña sección de pelo a la vez. Es conveniente mantener el secador de pelo en el ajuste de calor medio o cálido, y no utilizar temperaturas mayores.
Además, asegúrate de que el pelo esté completamente seco antes de pasar al siguiente paso.
El momento de usar la plancha del pelo
Una vez que el cabello esté completamente seco, es el momento de utilizar la plancha del pelo. Para ello trata de pasar las placas sobre pequeñas secciones de cabello, abriéndote paso a través del cabello.
Recuerda la clave: no es conveniente utilizarla durante mucho tiempo, ni a una temperatura muy elevada. El objetivo es suavizar y alisar el pelo, no quemarlo.
Una vez que la mitad inferior del cabello esté perfectamente lisa, deja caer la mitad superior y continúa con el mismo proceso. Y volvemos a recordarte de nuevo algo fundamental: secarlo antes de alisarlo es absolutamente crucial, ya que conseguirás que el cabello se mantenga saludable.
Nunca, nunca, intentes utilizar la plancha sobre el cabello mojado o húmedo. Puede ocasionar bastante daño al cabello, y no funcionará.