Tener el pelo graso no es el fin del mundo, solo hay que conocer cuáles son los cuidados que requiere para poder lucir una melena preciosa y saludable en todo momento. ¡Te lo contamos!
Lo primero que hay que tener en cuenta es que todas las personas tienen un cuero cabelludo que produce grasa de forma natural, al igual que su cabello está expuesto a las condiciones medio ambientales (contaminación, por ejemplo). Partiendo de esto, las personas con cabello graso tienen el cabello fino y en este tipo de pelo se suele acumular más la combinación de grasa con los residuos externos, mientras que en el pelo grueso o rizado no se ensucia con tanta facilidad.
Os contamos cómo cuidar el pelo graso con algunas recomendaciones personales y otros trucos de profesionales que os pueden resultar interesantes:
Menos lavados
Primerísima recomendación. Sé que cuando tienes el cabello graso -a mí me ha pasado- sentimos la necesidad irremediable de lavarnos el pelo cada día con el fin de que no se note y sentirlo también más ligero, menos apelmazado.
La realidad es que no es la solución ni favorece a equilibrar mejor la grasa de tu cabello. La mejor recomendación es que intentes que haya días de descanso entre lavados, de esta forma los profesionales afirman que se estimula el cuero cabelludo para que produzca menos grasa. Y, a menos grasa, menos necesidad de lavados.
¿Cómo aguantar el pelo «sucio»?
Con el fin de reducir los lavados y aumentar los días de descanso, es normal que al principio estés con la sensación de llevar el pelo sucio pero ¡no está sucio! Es graso.
Cuando yo pasé por esa transición, que ya hace unos cuántos años, el truco que yo utilizaba era cardar el pelo con un peine fino, centrándome sobre todo en la parte delantera (la frente) y en el cogote para que tuviese más volumen, se reduje la visión de grasa, y me hacía un recogido.
Hoy día tienes otras opciones que a lo mejor te pueden resultar útiles, como el champú seco de Batiste. Describen que elimina la grasa de las raíces para que el cabello tenga mejor aspecto, aumentando el volumen y dándole más brillo al cabello. Por ello, he leído que puede ser un truco fenomenal para esos días entre lavados, pues se consigue un cabello de aspecto más fresco.
¿Qué pasa con el champú?
Después de utilizar muchos champús para cabello graso con la promesa de equilibrarlo, y te aseguro que probé muchísimas marcas de lo más reconocidas del mercado, tengo que decirte que lo que mejor funcionó con mi cabello fue un champú – gel para bebés con un 93% de ingredientes naturales. Tal cual. Actualmente, para nutrirlo más y que sea más fuerte, combino este mismo champú (ya no he cambiado) y lo combino con unas gotitas de aceites esenciales puros.
Y, para favorecer mejor su cuidado, termino siempre de lavarme el cabello con agua fría para cerrar las cutículas.
Cepilla el pelo cada noche
A mí me sirve y por eso os lo comparto. Nada más llegar a casa, después de pasarme el día en el trabajo, lo que hago antes de ir me a dormir es cepillarme bien el pelo. Queda más suelto y quitas los restos de suciedad ambiental que se han ido acumulando.
Vamos, que es lo mismo que la rutina de limpieza de la cara. Es fundamental llegar a casa, limpiar bien la piel para quitar maquillajes o suciedad acumulada, una cremita para hidratarla y estupenda.
No te toquetees el pelo
Una vez que ya tengas el cuero cabelludo equilibrado dará igual cuánto te toques el pelo pero, durante esta primera etapa en la que vas a trabajar duro para aguantar sin lavarte todos los días el pelo, es importante aprender a no toquetearlo en exceso. ¡Es una tentación! Lo sé. Tentación, manía, tic nervioso… Pero también se ensucia el cabello al toquetearlo mucho, pues tenemos las manos sucias, con grasa, etc.