Estamos asistiendo a un bombardeo publicitario donde se nos cuenta que los champús sin sulfatos son más seguros y que debemos evitar sustancias que, hasta el momento, eran positivas en nuestros productos de cosmética. Ante esto nos asaltan dudas y nos preguntamos si en verdad los sulfatos son buenos o malos para nuestra salud y qué aportan a nuestro pelo. Para sacarte de dudas y ayudarte a tomar la mejor decisión, vamos a analizar las ventajas e inconvenientes de los champús sin sulfatos.
Ventajas de los champús sin sulfatos
Ante de comenzar te diremos que los champús sin sulfatos presentan ventajas, pero también inconvenientes, al igual que sucede con los champús con sulfatos. No obstante, conocer los pros y los contras de cada uno de ellos, te va a permitir saber cuál de los champús sin sulfatos del mercado te conviene más según tus necesidades, las características de tu pelo y lo que quieras conseguir cuando lavas tu cabeza. Comencemos analizando las ventajas de los champús sin sulfatos.
Los sulfatos son sales de ácido sulfúrico que limpian, eliminando la grasa y causando una buena sensación de limpieza y ligereza en tu piel o en tu pelo. Y precisamente es de aquí donde surgen los inconvenientes y también las ventajas de los sulfatos. Pero centrándonos en los champús sulfate free, la primera de las ventajas de los champús sin sulfatos es que permiten retener mejor la humedad del cabello. Gracias a esto, el pelo no sufre deshidratación y luce más bonito y con mucho brillo.
Ya que mantiene el pelo hidratado, no es necesario usar acondicionadores porque el propio champú que, por lo general, estará elaborado con ingredientes naturales que aportarán numerosas ventajas, ya que se encargan de dejar el pelo perfecto y de cuidarlo; es muy importante saber cómo hay que usar un champú sin sulfatos.
El pelo estará nutrido e hidratado, así que no se necesitan las mascarillas capilares, y es un dinero que te ahorras además de un tiempo que ahorras también de estar masajeando y esperando resultados cuando decidas proceder al cuidado de tu melena.
Al no llevar sulfatos, el pelo no se parte, porque no recibe agresión, ni tampoco se le ha quitado su contenido hidratante, o sus lípidos naturales. A diferencia de cuando lavamos con sulfatos que el pelo queda sin sus aceites protectores y están débiles frente a las agresiones externas.
Los champús sin sulfatos permiten mantener el tinte, sin miedo a que este se pierda con los lavados o varíe su tonalidad. Por esto, los cabellos teñidos encuentran en los champús sin sulfatos un aliado para su cuidado y para mantener su belleza y potenciar el color.
El champú sin sulfatos no elimina la grasa y esto es de agradecer para las personas que tienen el cabello seco pero también, y especialmente, para las personas que tienen el pelo graso. ¿Cómo puede ser esto? Cuando el cuero cabelludo se siente amenazado porque se está eliminando toda la grasa (lo que sucede con los champús con sulfatos) reacciona generando más grasa. Ocurre lo mismo cuando nos lavamos muy a menudo el pelo, que cada vez saldrá más grasa porque estamos quitando la necesaria.
Los champús sin sulfatos, como no secan ni son fuertes, no irritan el cuero cabelludo. Al no haber irritación, la cabeza no sufrirá picores, no tendrás que rascarte continuamente y no causarás heriditas en tu tejido capilar que hagan partirse el pelo o debilite sus raíces.
Además, a todas estas ventajas, le sumamos que los champús sin sulfatos, por los propios ingredientes que llevan en su fórmula, no son tan contaminantes como los champús que sí llevan sulfatos.
Inconvenientes de los champús sin sulfatos
Ya hemos las ventajas de usar champús sin sulfatos. Pero también hay algunos aspectos que deberías saber antes de usar un champú sin sulfatos.
El primero de los inconvenientes que suele encontrar la gente con los champús sin sulfatos es su elevado precio. La moda nos lleva a preferir productos naturales y esto encarece su precio. Además, los sulfatos son sustancias muy eficaces en la limpieza y muy baratas, pero si tenemos que encontrar y trabajar con ingredientes naturales que hagan la misma función, el producto se encarece. Un champú sin sulfato puede costar tres veces más que un champú convencional.
Otro «pero», que encontramos en un champú sin sulfato es que hace menos espuma. Esto no tiene la más mínima importancia, pero es cuestión de costumbres que nos gusta ver y sentir la espuma cuando estamos bajo el agua. Simplemente es cuestión de acostumbrarse y comprobar los resultados. Pero también debes saber que, según la fórmula que lleven puedes encontrar champús sin sulfatos que hacen bastante espuma.
Finalmente, si compras el champú buscando que cubra tus necesidades, por ejemplo si tienes caspa, o si necesitas un producto anticaída, etc, la oferta en el mercado de champús variados es muy grande, pero la lista se reduce mucho cuando encima no quieres que el champú tenga sulfatos. Y es que recién se está empezando a fabricar productos free y todavía no hay mucha variedad, aunque buscando, se encuentra lo que se necesita. De hecho, ya puedes encontrar algunos champús sin sulfatos anticaspa y anticaída.